LA COMUNIDAD Y LA PALOMA MENSAJERA
La relación del hombre con la paloma tiene sus orígenes en la creación. La Paloma portando una pequeña rama de olivo en su pico, fue el símbolo de la paz. La Paz creada entre Dios y los hombres a través de Noé tras el diluvio universal. Posteriormente, al advertirse las características de la paloma, de formar hogar y regresar a el desde cualquier sitio, mediante diferentes cruzas se fue agudizando tanto el sentido de orientación como su conformación ósea y muscular, permitiéndole recorrer mayores distancias. Ya con un tipo de paloma, ciertamente especial, a la que denominamos mensajera, fueron posibles comunicaciones de poblaciones aisladas entre si, sea por la distancia o por accidentes geográficos importantes. Son el símbolo de la paz, pero sirvieron en los ejércitos para sus necesidades comunicacionales hasta la segunda guerra mundial inclusive. Hoy, los avances cibernéticos la han postergado en este delicado quehacer. Sin embargo, las distintas naciones del mundo mantienen una estructura similar a la Argentina ya que se pueden interferir las comunicaciones como hoy las conocemos. Apagar, prender o desviar satélites, destruir enlaces radiales, etc., etc. En esos casos, aun es posible utilizar a la paloma mensajera que puede pasar desapercibida por los cielos en su afán de retornar a su hogar al que añora entrañablemente. El mensaje que desconoce lleva puede ser el dato necesario en el momento oportuno para ayudar a la comunidad en la que vive. El ejército de palomas mensajeras, mas de cien mil aves matriculadas por año, con sus miles de propietarios y palomares, constituyen nuestro potencial. Conviven con nuestros hijos y amigos y son las encargadas de engalardonar los actos y ceremonias a las que concurrimos con las sueltas simbólicas. Nuestra relación con la comunidad, reconocida por los distintos Municipios y gobiernos provinciales y nacional, otorgando a nuestras asociaciones el título de entidades de bien público, sin fines de lucro, nos permite estar cerca de todos los quehaceres de nuestros barrios, y en su momento, ser la delicia de chicos y grandes en las sueltas de palomas en ceremonias a las que se quiere dar el carácter de interès público.
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